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domingo, 3 de enero de 2010

Indianas

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A la espera” es el nombre con el que se presenta esta indiana en la que se ve a una mujer con un bastidor frente a un reloj.


Indianas es el nombre que se dio a las telas estampadas que venían de la India a Europa, siendo los portugueses los primeros en traerlas a partir del siglo XVI. El nombre de estampados procede del tampón con que se realizaba la silueta del dibujo sobre la tela, la que luego se pintaba con un pincel a mano.

En Europa desde la Edad Media hubo intentos de decorar los tejidos lisos utilizando la técnica de la xilografía, por ejemplo en Alemania donde se hicieron estampados monocromos con decoración de influencia bizantina, o en Venecia donde se conservan moldes de estampados como la Tela de Sión. Sin embargo, la intensidad del color con que se realizaban los decorados que venían con el comercio de Oriente, causó un verdadero impacto y muy pronto estos tejidos fueron muy valorados llegando protegidos en los barcos junto a las cosas más valiosas.

Para realizar un tejido estampado que sirviera para decorar una pared, hacer un cortinaje o tapizar unas sillas, eran necesarios varios tampones que recogieran los motivos por separado. Esto se ve bien en el siguiente tejido oriental donde se representa un árbol de la vida que tiene a sus lados dos pájaros que miran en la misma dirección, lo que indica que se utilizó el mismo tampón.



Arbol de la vida, textil oriental.

La técnica, aunque ahora nos parece muy laboriosa, suponía un adelanto de tiempo al compararse con la elaboración de los dibujos en tejidos de seda en los que se avanzaba diez centímetros al día.

Para los creativos el estampado o pintado de las telas supuso un notable cambio ya que se daba mucho más movimiento a las figuras que el que podía obtenerse con la seda. Por otro lado la técnica del estampado abarató el tejido siendo más los que podían usar estas telas, lo cual representó una auténtica innovación que puso más cerca del público en general la ropa decorada, algo que antes sólo podían utilizar los nobles y la burguesía.

A lo largo del siglo XVIII comenzó a desarrollarse la fabricación de aquellas telas exóticas, con flores nunca vistas. Todo ello produjo el inicio de una gran Revolución Industrial que tuvo varios focos en toda Europa.

En España también comienzan a elaborarse las indianas en distintos lugares aunque finalmente sería en Barcelona donde acabó teniendo más raigambre, de tal modo que hasta la arquitectura se plegó para albergar las fábricas de tejidos; es el caso de las naves modernistas muy abundantes no sólo en Barcelona capital, sino también en Terrassa y Sabadell, siendo hoy edificios reconvertidos en museos o casas de cultura. (Un día os mostraré algunos de estos edificios, son de no creer por espectaculares y bellos).

Volviendo a los tejidos, decir que al principio no se supo cómo hacían en Oriente para que los colores sobre las telas permanecieran sólidos y por eso los primeros estampados no podían lavarse, estando por ello su uso limitado a la decoración de interiores. Una vez conseguido ese conocimiento, seguramente en una acción que tiene que ver con las primeras introspecciones del espionaje industrial, las indianas pasaron a ser frecuentes también en la indumentaria.

Sin embargo es interesante saber que todo cuanto estuvo relacionado con el tinte de los tejidos ha constituido desde antiguo un secreto de oficio y por ello estaba prohibido revelarlo. Por ejemplo los fenicios ocultaron la fórmula para conseguir el púrpura y los tonos carmesí, una tintura que les hizo ser un pueblo próspero a través de su comercio, pues todos querían tener sus magnificas telas.

En Europa fueron los gremios de artesanos los que conservaban los conocimientos y secretos de las tinturas, siendo los maestros de esos gremios los que sabían cómo extraer y llevar a la tela todos los colores en que se fragmenta la luz del arco iris, por ejemplo el preciado y bello azul ultramar conseguido de la piedra preciosa lapislázuli, o las tonalidades obtenidas de las secreciones de diferentes especies de moluscos, o a partir de la cocción y fermento de determinados vegetales.



Palma de cachemir y granadas. Hoy en día todo un clásico de la elegancia.


Además de los motivos florales y paisajísticos, donde se mezclaron las granadas de la heráldica con flores orientales desconocidas, se trasladó al estampado la técnica del tapiz medieval y renacentista e imitaron escenas historiadas y mitológicas extraídas de la literatura clásica.

Actualmente se conservan algunas muestras de estas indianas en distintos museos, se trata de trozos de tela clasificados como obras históricas debido a la aportación que éstas ofrecen en los diferentes campos de la historiografía.

A continuación expongo una muestra de estas indianas pertenecientes a la Colección Frederic Mares que junto a otras, que también presento, se encuentran en el Museo de Historia de Sabadell y son un verdadero documento no sólo histórico, sino artístico y tecnológico.



Rico estampado monocromo plagado de elementos renacentistas. Podemos ver en el cuadrado de la parte inferior una cabeza de Hermes y bajo ella una imagen de alguna fábula de La Fontaine. Nos imaginamos muy bien lo que sería ver esta estampación al completo en metros de pared o en unas cortinas.



Ofrenda en el templo de Vesta. Fragmento recortado para cubrir la barra de algún cortinaje




Arco de triunfo junto a un templete





Ofrenda ante una estatua de Apolo


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miércoles, 10 de diciembre de 2008

Desde mi ventana, Feliz Navidad

Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra Paz a los hombres de Buena Voluntad.




 Oleos originales de Andrés Curruchich. Comalapa, Chimaltenango. Colección del Museo Ixchel de Guatemala. http://www.museoixchel.org/


Núria

sábado, 29 de noviembre de 2008

Dionisio y Hermes en el Orsay de París


Dionisio y Hermes, Museo Orsay, París


Cuando uno cree que sabe y no sabe, lo único que ocurre es que se refleja en nosotros la ignorancia.

Máxima hermética

Núria
Desde mi ventana

lunes, 28 de julio de 2008

LA ILUSTRACIÓN ILUSTRADA . SIMBOLOGÍA MASÓNICA

Federico González y Mª Ángeles Díaz subiendo a la exposición. Foto Francisco Ariza.



Con el título “Il.lustració il.lustrada. Simbologia Maçònica” permanece hasta el 22 de Septiembre de 2008 en la Biblioteca Arús de Barcelona (Paseo Sant Joan, 26) una exposición de Manel Rubiales, artista contemporáneo e ilustrador, diseñador de carteles, portadas de libros, etc, quien también ha colaborado en la llamada prensa “underground” de los años setenta y principios de los ochenta. En la actualidad dirige un taller en la escuela de arte Eina de la ciudad condal donde enseña la técnica del ensamblaje. Rubiales es además un gran viajero que después de una larga temporada viviendo en los EE UU regresa a su ciudad natal.

La muestra que este artísta nos presenta consiste en una bella recreación plástica y tridimensional cuya composición artística a base de superposiciones y ensamblajes de cartón, madera y otros elementos, tiene como motivo la iconografía masónica. Concretamente el tema central de la exposición son los cuadros de logia de los tres primeros grados de la Masonería, que es donde se condensa la cosmovisión de esta Orden iniciática. El artista, a través de un trabajo artesanal minucioso y esmerado que según dicen pertenece al estilo "Povera", que se define por emplear materiales sencillos y trasformarlos en una obra elogiosa. El artista se centra en la belleza de estos cuadros, de Logia , lo que es un modo de aproximarse a ellas.
Podría decirse que si la Sabiduría concibe las ideas y la Fuerza las sostiene, aquí, efectivamente, la Belleza las adorna. En el caso que nos ocupa el autor de esta recreación infunde a los cuadros masónicos un cierto aire venido del “modernismo”, ese estilo artístico que marcó una época en Cataluña y que es tan característico en determinados artistas actuales que lo han heredado como parte de su patrimonio cultural.

Cuadro de Primer Grado, Aprendiz


Cuadro de Segundo Grado, Compañero.


.Cuadro de Tercer Grado, Maestro


Recreación de tres escenarios de la simbología masónica. Cada uno de ellos costituye una síntesis símbolica de cada una de las tres cámaras masónicas. La Primera: Aprendiz, La segunda :Compañero, la tercera: Maestro.

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Las cajitas que siguen conforman las piezas de un puzler que, articuladas según la técnica del ensamblaje, terminan siendo una sola caja, tal y como se puede apreciar en la secuencia siguiente.

Recreación del Delta Luminoso.





Aprendiz. Las "Tres Grandes Luces" de la Masonería: El "libro de la ley Sagrada", el "Compás" y la "Escuadra", aparecen aquí sobre el pavimento mosáico. En la primera cajita estos símbolos estan dispuestos según la cámara de primer grado y se distingue porque la escuadra, símbolo de la tierra, está sobre el compás, símbolo del cielo.


Compañero. Aquí una punta del compás está ya sobre la escuadra, significando de ese modo los progresos del masón, ya compañero, por cierto que Compañero es el que comparte el pan, naturalmente el pan que el compañero está en disposición de compartir son sus bienes espirituales e intelectuales, sus logros, algo que sólo puede dar aquel que lo posee, que lo ha adquirido en su etapa de aprendiz.


Maestro. Las "Tres Grandes Luces" están, en esta tercera cajita, dispuestas según la "Cámara de Tercer Grado" también llamada "Cámara del Medio". Su simbolismo está relacionado con los misterios del grado de Maestro. Aquí el compás está sobre la escuadra. El cielo sobre la tierra.


Recreación de distintos símbolos del Segundo Grado, cuyos secretos están velados y a la vez se revelados, en la simbólica del número cinco y de la letra G.



En este escenario se ve una puerta cerrada y una abierta, pues velar y desvelar es lo que hacen los símbolos masónicos.



Aquí el artísta toma algunos símbolos de la Logia, tales como el pavimento mosáico, las dos luminarias, Sol y Luna y las columnas J. y B. , donde simbolicamente está depositada toda la Sabiduria antediluviana y cuyos signos misteriosos grabados en ellas fueron descifrados una por Hermes Trismegisto y otra por Pitágoras, las dos corrientes que nutren intelectualmente a la Masonería. Por eso se dice que los masones reciben su salario junto a ellas. Estas dos columnas, situadas a la entrada del templo de Salomón, constituyen las piernas de la madre Logia por entre las que es parido el neofito al interior de la Logia, es decir en el seno de su luz y su didáctica. Se trata de un nacimiento que se produce tras la muerte a su condición de profano o ignorante.
Los símbolos recreados aquí son, por un lado, una escala de ascenso por los cinco sentidos y por otro, una imagen de la muerte. Naturalmente es un símbolo de la muerte iniciática, que es para la Masonería, el primer paso de la obra de autorregeneración, pues unicamente después de morir a la ilusión de lo que uno no es, puede nacer a su verdadera identidad.

Al final de esta secuencia de imágenes, o escenarios simbólicos, el artista hace aparecer todos estos escenarios ensamblados en una sola cajita, la cual constituye un juego nemotécnico para aquel que quiera descifrar o profundizar en esta simbólica arquetípica y por lo tanto universal.

Toda la Cosmogonía Masónica en una cajita.

Instantáneas tomadas en dos de de las salas de la biblioteca Arús de Barcelona, donde se celebra esta exposición













Núria (M Ángeles Díaz)
Desde mi Ventana (última entrada)


jueves, 12 de junio de 2008

Meditación

Arbol Peridexion o Paradison, Arbol del Paraiso terrestre


Señor, concédeme la Serenidad


para aceptar las cosas que no puedo cambiar.


Valor, para cambiar aquéllas que puedo


y Sabiduría para reconocer la diferencia.

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A pesar de que se atribuye a varios santos, entre ellos San Francisco de Asís, éste es un viejo dicho también utilizado por los hermetistas.
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jueves, 5 de junio de 2008

Tarot, libro de Federico González


Núria
Barcelona estaba lluviosa, un fastidio, porque el tráfico es insoportable y la gente se comporta de un modo imprevisible. Sin embargo, cuando esta tarde entraba en la ciudad condal, en auto, por la autopista, un arco iris impresionante se ha formado desde la montaña de Collserola hasta el mar, y he sentido que todo iba bien y que Hermes, como buen maestro de ceremonias, estaba orquestado con su varita mágica la operación. Nada menos que de Iris (su paredro) disfrazado, ha formado un arco, o puente de luz, como define Guénon "al arco iris" o "arc de Sant Martí" en catalán, para celebrar de ese modo con nosotros el acontecimiento: la presentación de un nuevo estudio sobre el Tarot, es decir sobre la propia deidad cuando allá, en el Egipto de la pirámides, su nombre era Toth. Y así se le conoce Tarot, libro de Toth.
De ese Egipto hereda el Liber Mutus o libro mudo la tradición de los jeroglíficos y consecuentemente eso es este libro, una concatenación de jeroglíficos herméticos que velan y revelan una realidad y un secreto. Y aunque uno no consiga descifrar su mensaje por completo, siempre queda la posibilidad de indagar o simplemente jugar con él. Por eso es que de ese libro mudo derivan todas las barajas de cartas, las que cumplen también un sencillo papel lúdico y alegre nada desdeñable
Volviendo a la edición especial y artística de este nuevo volumen del Tarot, felicitar a los que lo han hecho posible, y especialmente a su autor, en nombre de todos los que se alegran conmigo por este nuevo volumen.
Dejo, a partir de ahora, en manos de Patricia Serdá (a la izquierda de las imágenes) y Ana Contreras (que han estado al cargo de esta nueva edición junto con Lucrecia Herrera, que por motivos de salud no pudo estar en el acto), para que sean ellas quienes comenten el reportaje fotográfico, con palabras pronunciadas en sus propias conferencias de presentación del libro.

Ana:
Buenas tardes a todos. En el nombre del Centro de Estudios de Simbología de Barcelona les damos la bienvenida a la presentación de este nuevo libro sobre el Tarot, que es una reedición del ya existente “Tarot de los Cabalistas, Vehículo Mágico”, que fue en su día editado en Buenos Aires, por la editorial Kier, y que hoy lo es aquí en Barcelona por MTM.
Estamos hablando de "Tarot de los Cabalistas, vehículo mágico", cuyos cuatro términos, número ya de por sí clave en la Tradición Hermética, contienen todo un simbolismo deseoso de ser penetrado y comprendido, asimilado y encarnado. No por nada se dice que la Inteligencia brilla con aquello que la revela. Naturalmente, estamos hablando de la Inteligencia arquetípica, absolutamente libre de la forma y acepciones que la sociedad actual quiere imponerle, ya que, y aprovechamos la ocasión para insistir una vez más, no se trata aquí de demostrar ningún tipo de erudición, lo que más bien va en contra de todo este trabajo mágico, sino de entregarse a este libro totalmente virgen para ser fecundado por su generosa y fértil Luz, y esa virginidad exige un vacío que sólo se logra por verdadero amor al Conocimiento. Estas cuatro palabras constituyen en sí una síntesis de todo este trabajo, como vamos a ver. Se está hablando del Tarot, de la Cábala, verdaderos mapas de ruta reconocibles por el iniciado, de cómo vehiculizar los influjos celestes y terrestres para poder encarnarlos y convertirnos así en ayudantes de la deidad en su perenne tarea creativa. Por tanto, cuando hablamos aquí de magia, nos estamos refiriendo principalmente a la Teúrgia, su forma más alta, que se encuentra más allá de la individualidad, e insistimos en este aspecto pues desgraciadamente, lo que se conoce hoy día por Magia, por Tarot o por Cábala desde el mundo profano deja mucho que desear, contemplándose en ellos su aspecto más bajo y carente de interés para el verdadero adepto, pues se basa en la mera individualidad que rebaja el nivel hasta límites insospechadamente grotescos propios de un fin de ciclo que llega irremediablemente a su fin. (…)

El trabajo del cabalista, del mago, del teúrgo, consiste en asistir a la deidad, en ponerse a su servicio, y no al servicio de nuestros estados más groseros, invocando a los dioses para conseguir pequeñas metas con fines individuales que confundimos con una felicidad o una paz malentendidas y que no dejan de ser pasajeras pues se quedan en este mundo de ilusión y de apariencia. No hay que olvidar que en la ignorancia también existen grados, como deja bien claro Dante en la Divina Comedia, y este tipo de sacrilegio se paga con la imposibilidad de salir de las pantanosas aguas en las que uno se acaba pudriendo.(…)


En estas dos fotos secuenciales se ve la colocación, y posterior retirada, del enorme cartel de dos metros que reproducía, a tamaño gigante, el desplegable que lleva el libro en su interior y que ha sido realizado con todo lujo de detalles por Ana Contreras. El cual, colgado de la pared, servía de guía visual a las explicaciones que una y otra daban sobre dicho diagrama (el Arbol de la Vida y su correspondencia con las cartas del Tarot y con las 22 letras del alfabeto hebreo) y que iban señalando con un puntero luminoso.


















Abajo una instantánea de la preparación de un vino del Penedés con el que se brindó al finalizar el acto

Para colgar ese cartel ha sido necesario quitar otro más enorme, se trata de una formidable fotografía de la fachada de la antigua librería Herder, famosa en Barcelona desde antiguo, ubicada en el número 26 de la céntrica calle Balmes. Actualmente la librería ha cambiado su nombre por Alibri, y como antaño ésta sigue acogiendo distintos actos culturales, como el evento actual.

Patricia:
Pues bien, como ha dicho Ana, en esta nueva edición se incluye un luminoso desplegable, del que éste que tenemos detrás nuestro es una ampliación, donde figuran estos dos modelos universales de la Ciencia Sagrada que atesora la Tradición Hermética, la propia de Occidente, emanada directamente de la Tradición Primordial y Unánime, y cuyo interprete y guía es el sorprendente dios Hermes, figura universal presente en toda la historia de Occidente, que da nombre a esta Tradición.


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En esta ocasión, estos modelos, al mostrársenos ensamblados, además de enriquecer nuestra visión universalizando nuestra conciencia, podemos advertir que ambos obedecen a un arquetipo común, como todos los modelos sagrados, revistiendo solo en apariencia distinta forma, pues su verdadero sentido y cometido, su esencia una y única permanece idéntica siendo como es inmutable y eterna.
En este libro vemos además como estos vehículos de Conocimiento continúan vigentes para todos aquellos hombres y mujeres que desengañados de esta visión literal, ilusoria, chata y sin sentido que se impone en este fin de ciclo, donde impera el punto de vista profano, quieran emprender la Aventura interior, el viaje de autoconocimiento, llamado realización espiritual-intelectual, pues estos modelos nos brindan los soportes o herramientas simbólicas necesarias para poder Conocer nuestra verdadera Identidad, la que a través de ellos advertimos que va mucho más allá de nuestra mera individualidad, al reflejarse en ellos el Orden interno del hombre y del Cosmos -los que son idénticos, a escala, y hechos a imagen y semejanza de su Creador- siendo por tanto capaces de despertarnos a otra realidad olvidada a través de una Inteligencia viva y el fuego interno que la promueve, ofreciéndonos la posibilidad de que podamos establecer las indefinidas analogías y correspondencias, entre todos los Númenes, órdenes y jerarquías que la conforman; un andamiaje que explica no sólo lo que es el Cosmos sino cómo actúa mágicamente en el interior de nuestra conciencia, gracias a las distintas Artes y Ciencias herméticas que ellos incluyen, y que son tanto alquímicas como astrológicas, numéricas, aritméticas y geométricas, pues en ellos están incluidas todas las Artes Liberales, cada una de ellas presidida por una Musa, hijas de la Memoria.
Una de las más importantes para la Cábala es la ciencia de las letras, en perfecta identidad con los números, la que da lugar a la metafísica del lenguaje-, y esto es así porque esta simbólica sagrada obedece a leyes universales que el hombre no ha inventado, sino que están en la trama y urdimbre del universo y del hombre, y que por tanto la Naturaleza entera no hace sino reflejar, dada su Inmanencia divina, la que vela y revela al mismo tiempo.
Esta Sabiduría o Filosofía Perenne se expresa en el Arbol de la Vida a modo de Emanaciones que recorren los diez inefables Sefiroth, traducidos por numeraciones- en perfecto acuerdo con el sistema numeral pitagórico- que están representados por círculos o esferas que se vinculan entre sí a través de 22 senderos. Y a su vez el Libro sagrado y oracular del Tarot se expresa a través de 78 láminas o cartas dibujadas a color y divididas en tres grupos: el primero consta de 22 láminas llamadas Arcanos mayores y son una síntesis de toda la baraja, el segundo de 40 cartas llamadas los Arcanos menores, y el tercero de 16 cartas llamadas de la Corte; ambos modelos reflejan, sintetizan y vehiculan toda la realidad, que es una y única y que en definitiva es nuestra realidad interior, aunque lo hayamos olvidado, pero que puede ser despertada poco a poco a medida que vayamos estimulando al símbolo, activándolo con nuestra contemplación activa y receptiva y cuya aprehensión promueve el despertar de la memoria del Sí mismo, es decir, la posibilidad de identificarnos y de ser uno con todas estas ideas-fuerza de las que el símbolo es portador, las que reflejan auténticamente aquello que expresan, realidades invisibles y secretas las que de continuo crean, conservan y transforman el universo y los innumerables seres que lo pueblan, energías descendentes y ascendentes, celestes y terrestres, que conforman nuestro verdadero Ser e Identidad. (...)


-------------------Desplegable tal y como aparece en el interior del libro.